domingo, 10 de abril de 2011

Miedo

Soy miedosa, siempre lo he sido. De pequeña me daba miedo la oscuridad, la soledad, los perros, los payasos... fui creciendo y enfrentándome a estos miedos, pero surgieron otros más oscuros e intangibles.
Las experiencias de muerte de seres queridos me han paralizado, me han dejado aterrorizada y ese miedo enorme a veces puede conmigo. A veces toco fondo, a veces me asusto tanto que me siento pequeña, microscópica e invisible.
Es verdad que el miedo es una herramienta útil al ser humano, nos protege de peligros, nos hace estar alerta y nos evita actitudes temerarias, suicidas... pero cuando es tan grande el miedo que puede contigo se convierte en algo absolutamente negativo que impide que tomemos decisiones, que no nos deja ser valientes y tirar para delante... Y ¿de qué sirve vivir atemorizado por fuerzas invisibles, por el destino, por el futuro...? De nada. Lo que tenga que suceder sucederá y mientras tanto es mejor vivir con paz, con calma, con la mente limpia, enfrentándose a la vida cara a cara, ofreciendo todas las potencias de tu ser a las personas que te interesan y que quieres y disfrutando así mismo de todo lo que esté a tu alcance.
La moderación y la prudencia son buenos aliados, pero el miedo no, el miedo es un escollo, una losa que pesa demasiado.
No me gusta sentir miedo.

1 comentario:

  1. Y como dice Pilar Gómez en "Mejorcita de lo mío" (http://www.laescapista.com/), tener miedo es un sentimiento, ser cobarde es una actitud. Yo tengo miedo, pero no soy cobarde...

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